Cuando decimos color carne queremos decir color piel.
En occidente la afición al bronceado llega a generar casos de adicción y en oriente, donde la piel clara es el ideal, más de el 20 % de la población usa cremas blanqueadoras.
Las razas no existen, ni biológicamente ni científicamente. Los hombres por su origen común, pertenecen al mismo repertorio genético. Las variciones que podemos constatar no son el resultado de genes diferentes. Si de «razas» se tratara, hay una sola «raza»: la humana.
José Marín González, Doctor en Antropología de la Universidad La Sorbonne.
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